Rachel's Vineyard - Retreat Weekends
 

Cartas - Poemas - Oraciones


Fantasma en la Casa

Ven, niño, está cayendo la tarde
Ven a mí y siéntate conmigo una vez más.
Vamos a mecernos aquí mientras los otros duermen.
Vamos a ver, tu hermana tiene cuatro años;
El bebé cumple tres meses hoy;
Tu hermanito pequeño tiene dos años,
Y todavía no he decidido si les hablo de ti.

Y tú, tú cumplirías ocho años este año.
No se cómo te llamas,
El color de tus ojos, o de tu pelo,
O dónde o cómo culpar.
El miedo fue todo, el miedo a cambiar,
Porque vi el cambio como una pérdida.
Contra mis sueños, mis planes, mi vida
Tú parecías un precio tan pequeño,
Sin saber que tu presencia
alteró cómo pensaba y sentía,
sin saber cómo me cambiaste a mi
con la mezcla que trajeron las hormonas.
Y tú no fuiste un hijo para mí
Sino enfermedad, dolor y miedo –
Pero oh, te conozco, te conozco ahora,
¡Ahora que estos tres están aquí!
Tu olor, tu peso entre mis brazos,
Tu cabeza sobre mi pecho –
No sabía estas cosas cuando decidí qué era lo mejor.

Y estoy perdida y confundida
Y no se cómo sentir,
Por ti, que eras una enfermedad,
Cada año se hace más real;
Tu hermana y tus hermanos
Te proclaman al crecer.
Ellos hacen más difícil el enfrentar
La fría verdad que yo conozco:
El sentimiento de saber solamente
Lo que sabía y sentía entonces,
No puedo decir que no tomaría
esta triste decisión otra vez.
¡Oh! Mi pequeño desconocido que perdí,
Mi primero y mi no nacido,
¡Perdona la ignorancia que te mandó
A lo oscuro sin ser llorado!

Y no, no es todos los días
Que encuentro tu sombra aquí;
La mayor parte del tiempo estoy muy ocupada
Para reflexiones o para lágrimas,
Pero algunas veces, cuando los niños duermen
Y tengo tiempo para mí a solas.
Me siento en la oscuridad, y me siento en la mecedora,
Y traigo mi bebé a casa.

©2000 Amanda Lewanski

 
 
©2012 El Vinedo de Raquel